martes, 28 de mayo de 2024

DESCUBREN EN ARGENTINA A UN TIRTANOSAURIO DE DIMENSIONES REDUCIDAS.

 En la vasta y remota Patagonia argentina, los científicos del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y varios museos asociados han hecho un descubrimiento que desafía las expectativas: el Titanomachya gimenezi. A diferencia de sus gigantescos parientes, este saurópodo pesaba solo 7 toneladas y medía 6 metros de largo, lo que lo hace considerablemente más pequeño que otros titanosaurios conocidos hasta la fecha.



El Titanomachya gimenezi se encontró en la formación La Colonia, un sitio conocido por su rica diversidad de fósiles. Este descubrimiento añade una nueva especie a la familia de los titanosaurios, y sugiere importantes vínculos evolutivos entre diferentes linajes de estos dinosaurios. La comprensión de estas conexiones podría ofrecer nuevas perspectivas sobre la biodiversidad y las condiciones ambientales del Cretácico tardío, un período crítico en la historia de nuestro planeta.

El Titanomachya gimenezi se encontró en la formación La Colonia, un sitio conocido por su rica diversidad de fósiles. Este descubrimiento añade una nueva especie a la familia de los titanosaurios, y sugiere importantes vínculos evolutivos entre diferentes linajes de estos dinosaurios. La comprensión de estas conexiones podría ofrecer nuevas perspectivas sobre la biodiversidad y las condiciones ambientales del Cretácico tardío, un período crítico en la historia de nuestro planeta.



La importancia de Titanomachya gimenezi radica en su tamaño atípico y las pistas que ofrece sobre la adaptación y diversificación de los titanosaurios. Estudiar a este dinosaurio proporciona a los científicos la oportunidad de explorar como factores como el cambio climático, la deriva continental y la competencia ecológica pudieron haber influido en la evolución de los saurópodos en Sudamérica.

Este descubrimiento enriquece nuestro conocimiento sobre los dinosaurios del Cretácico y abre nuevas preguntas sobre cómo estos majestuosos seres vivieron y evolucionaron en los paisajes antiguos de Sudamérica.



sábado, 4 de mayo de 2024

EL TIKTAALIK, EL PRIMER VERTEBRADO QUE SALTÓ DEL AGUA A LA TIERRA.

 El eslabón crucial que faltaba en la cadena evolutiva que dio el salto entre el mundo acuático de los peces al de los animales capaces de desplazarse por tierra firme fue descubierto en estado fósil: vivió hace más de 365 millones de años y se llama Tiktaalik.

Los ejemplares hallados por los paleontólogos en la región ártica de Canadá se conservan muy completos y en muy buen estado.

Sus parientes anteriores tenían aletas para nadar y eran de la familia de los Eusthenopteron, que evolucionaron durante el Devónico tardío —la llamada era de los peces— durante 26 millones de años.

Esos seres acuáticos pasaron a tener cuatro patas. En ellos, las aletas tenían extremidades donde se formaban dedos, aunque se mantenía sobre los huesos el tejido de la aleta, tenían mandíbula y paladar planos —en vez de verticales como los peces—, crearon un empalme en las muñecas de los miembros, había una región modificada en el oído y hasta podían mover el cuello.




El hallazgo, la investigación y la clasificación de Tiktaalik han corrido a cargo de reconocidos especialistas de la Academia Nacionalde la Ciencia de Philadelphia y de las universidades de Chicago, Harvard y Cambridge.

La evolución desde los peces con aletas a los animales terrestres de cuatro patas es uno de los pasos más importantes de la historia de la vida, al incluir innovaciones estructurales muy importantes en los vertebrados, incluyendo nuevos modos de locomoción, respiración y audición, según la investigación. Todo este proceso ocurrió hace entre 385 y 359 millones de años, en el Devónico tardío.

Durante ese periodo, las proporciones del cráneo se modificaron, los huesos que conectaban la cabeza con el tronco desaparecieron, y la región del oído medio cambió radicalmente. Tabién se alteró la pelvis, las costillas se ampliaron considerablemente, de los miembros surgieron dedos y nacieron las conexiones óseas entre las vértebras.




El descubrimiento de este nuevo pez-caimán (Sarcopterygian elpistostegalian) en el territorio Nunaavut del norte de Canadá pone al descubierto toda la transición de esos millones de años, según los científicos. El material fósil hallado proporciona nuevas pistas fiables para determinar los cambios morfológicos y funcionales asociados a todos los tetrapodos.

Tiktaalik vivió en zonas de marisma con muy poca profundidad en la antigua región de masas de tierra emergidas conocidas como Euroamérica. Aquellas regiones estaban conectadas con lo que hoy sería el Báltico. Los fósiles hallados tienen unas dimensiones de entre 75 y 150 centímetros. Las mandíbulas tienen entre 17 y 31 centímetros.



La pérdida de los niveles del agua fue la que povocó la imprescindible evolución de aquellos peces. Uno de los cambios más significativos es el de las vertebras —espinas en el pez— que no necesitaban apoyo por servir a un animal que flotaba. Tuvo que evolucionar a otro que debía apoyarse en el fondo y luego trasladarse por tierra y que precisaba costillas mas fuertes, que se conformaron más aplastadas.

El ajuste entre un medio acuático profundo que no precisa apoyar el alargado cuerpo y el achatado que sí se apoya también tiene que ver con la necesidad de mantener la capacidad torácica que precisa va el nuevo sistema respiratorio pulmonar.

Paralelamente se produce el cierre de las aperturas operculares empleadas por los peces, a los mecanismos de bombeo de aire bucales y costales de los animales de cuatro patas. De ahí que también el cráneo se ensanche y aumente la cavidad bucal. Estos cambios craneales se asocian también a los nuevos patrones de locomoción y alimentación, introduciendo una nueva gama de movimientos que permitían mover la cabeza.




La investigación concluye con que aquellas tierras mínimamente emergidas del continente euroamericano fueron el lugar idóneo y el factor decisivo para la evolución de la vida en la conquista de los espacios terrestres. La transición entre el agua y la tierra.