DATOS CURIOSOS DE LAS AVES MAS ANTIGUAS DE LA TIERRA.
1. Dodo.
El dodo fue un ave prehistórica nativa de las Islas Mauricio, la cual se extinguió a finales del siglo XVII. Su altura era de aproximadamente un metro, su peso se encontraba entre los 10 y los 18 kilogramos, y su plumaje era de colores grisáceos. La forma de garfio de su pico y el largo de este, 23 centímetros, lo convertían en una herramienta perfecta para abrir cocos. Era un ave incapaz de volar, debido al pequeño tamaño de sus alas, su gran peso, y la poca capacidad de su esternón para aguantar esta actividad.
Su extinción, además de la caza por parte de los humanos, se debió también a que las nuevas especies que surgieron en la isla saqueaban sus nidos.
2. Dinornis.
3. Titanis.
4. Brontornis.
5. Cygnus falconeri.
El Cygnus falconeri o cisne gigante era un ave de gran tamaño que medía aproximadamente entre 190 y 210 centímetros desde el pico hasta la cola, y pesaba alrededor de 30 kilogramos. Debido a estas dimensiones y a su peso, se cree que no fue un ave voladora. Su extinción no fue debida como en otros casos a la aparición de humanos en su región, si no que se cree que los responsables de su desaparición fueron otros depredadores superiores, y las condiciones climatológicas extremas.
6. Paraphysornis.
El Paraphysornis tenía una altura de aproximadamente 1,7 metros, alrededor de 2 metros de largo, y la longitud de su cráneo era de 60 centímetros. Debido a su gran tamaño, y a un peso aproximado de 300 kilogramos, este ave prehistórica era incapaz de volar. De naturaleza carnívora y siendo un temible depredador, el Paraphysornis vivió en las llanuras de Brasil durante la era del Mioceno hasta su extinción.
7. Patagopteryx.
Esta ave corredora denominada Patagopteryx era endémica del noroeste de la Patagonia. Vivió en tierras argentinas durante el Cretácico superior, y su tamaño era aproximadamente como el de un pollo. Con 80 centímetros de largo, y 50 centímetro de altura, destacan en él sus largas piernas y pico. Se cree que era una ave corredora, que llegaba a alcanzar una velocidad máxima de 35 kilómetros por hora, y que se asemejaba al correcaminos. Su dieta a base de insectos determina la forma de su pico, el cual estaba formado por pequeñas rugosidades que le ayudaban a triturar a estos pequeños animales.
8. Dromornis.
Perteneciente a la familia de los cisnes y gansos, el Dromornis se asemejaba a un emú gigante, que vivió en los bosques australianos. En un principio se pensaba que estas aves se alimentaban de plantas y semillas, aunque más tarde los científicos comenzaron a suponerse que, debido a la forma y dureza de su pico y mandíbula, esta especie podría ser carnívora. El Dromornis podía llegar a medir 3 metros de alto y pesar 500 kilogramos. Su cuello era alargado, y sus alas tenían un tamaño bastante pequeño en comparación con su cuerpo, por lo que se deduce que no era un ave voladora.
9. Hesperornis.
Este enorme pájaro nadador conocido como Hesperornis, pertenece al género de aves marinas que vivieron en un mar interior que se encontraba cubriendo parte de Norteamérica durante la época del Cretácico superior. En tierra era muy vulnerable a los ataques de otras especies, ya que no podía correr ni volar, sin embargo era un ávido nadador y buceador. Su boca estaba compuesta por una gran cantidad de afilados dientes con los que desgarraba a sus presas, en su mayoría peces y animales acuáticos. El Hesperornis medía 1,8 metros de largo y pesaba alrededor de los 28 kilogramos.
10. Anthropornis y Pachydyptes.
Los Anthropornis y Pachydyptes pertenecen a la familia del pingüino actual. Ambos vivieron en las aguas frías de Nueva Zelanda en la era del Eoceno, y su alimentación se basaba en peces. Si bien el Anthropornis era mayor en altura (1,8 metros frente a 1,6 metros de su pariente), el Pachydyptes lo era en peso (130 kilogramos frente a los 90 del Anthropornis). El Pachydyptes fue sustituido por los pequeños pingüinos que conocemos actualmente, y el Anthropornis se extinguió debido a su falta de plumaje y grasa cuando se congeló la Antártida.
11. Phorusrhacos.
El Phorusrhacos fue la última ave catalogada dentro de las “aves de terror”. Vivió en el continente americano hasta el final de la era glacial en zonas boscosas y llanuras. Medía aproximadamente 2 metros y medio de alto, y llegaba a pesar hasta 130 kilogramos, lo que le convertía en una de las aves carnívoras más letales. Su largo y fuerte pico y sus grandes garras, eran las herramientas utilizadas por esta ave para atacar y matar a sus presas. Esto lo hacía de dos formas, agarrando a su presa y dejándola caer de forma violenta contra el suelo, o golpeando a su presa con el pico en el cráneo.
12. Aepyornis.
(FOTOS COTRTESIA DE WIKIMEDIA.).