viernes, 5 de enero de 2024

EL FÓSIL DE UN MONSTRUO MARINO DE 2 METROS DE LARGO, FUE EXTRAÍDO DE LOS ACANTILADOS DE LA COSTA JURÁSICA DE DORSET, EN EL REINO UNIDO.

 Han pasado millones de años desde que los dinosaurios se extinguieron con aquel meteorito, pero aún se siguen encontrando miles de fósiles de estas bestias milenarias. Esta vez se ha hallado el fósil del cráneo de un pliosaurio, un salvaje reptil marino que causó estragos en los océanos hace unos 150 millones de años. El fósil, de 2 metros de largo, ha sido extraído de los acantilados de la Costa Jurásica de Dorset, en Reino Unido.

Según explican los expertos, este fósil es uno de los ejemplares “más completos de su tipo jamás descubierto y está brindando nuevos conocimientos sobre este antiguo depredador”.



La mandíbula inferior y el cráneo superior están entrelazados, como lo estarían en vida. En todo el mundo, casi no se han encontrado especímenes con ese nivel de detalle. Y si lo están, faltan muchos fragmentos, mientras que esto, aunque está ligeramente distorsionado: tiene todos los huesos presentes”.

El cráneo es más grande que la mayoría de los seres vivos, detalle que da una percepción de como podía ser el tamaño del espécimen. Aparte de su gran tamaño, una de las cosas que más llama la atención son sus 130 dientes afilados, los cuales podían matar a otro ser en un abrir y cerrar de ojos. Un aspecto que han resaltado los paleontólogos son las finas crestas que se ubican en la parte posterior de cada diente, herramienta que les ayudaba a perforar la carne y luego extraer rápidamente sus colmillos.

El pliosaurio era uno de los dinosaurios más letales y, con entre 10 y 12 m de largo, con cuatro poderosas extremidades en forma de aletas para impulsarse a gran velocidad, era el mayor depredador en el océano. “El animal habría sido tan enorme que creo que habría sido capaz de cazar eficazmente cualquier cosa que tuviera la mala suerte de encontrarse en su espacio”, dice el Dr. Andre Rowe de la Universidad de Bristol. “No tengo ninguna duda de que esto era algo así como un T. rex submarino”.




El fósil fue hallado de la forma más inesperada, durante un paseo por una playa cerca de la Bahía de Kimmeridge en la famosa Costa Jurásica del sur de Inglaterra. El descubridor del cráneo fue Phil Jacobs, un amigo de Steve Etches y compañero fanático de los fósiles. Jacobs se topó con la punta del hocico del pliosaurio que yacía en los guijarros. Pero, ¿Dónde estaba el resto del animal? Un estudio realizado con drones en la pared del acantilado encontró una ubicación probable al resto del fósil.


No hay comentarios:

Publicar un comentario